Los sutiles aromas del musk.

Los sutiles aromas del musk.

 

almizcle

 

Cuando hueles el musk en la piel de una persona es difícil distinguir entre su fragancia y el olor propio de la piel. Es parte de la belleza de esta familia de aromas, que encontrarás, en alguna de sus variedades, en todos los perfumes actuales.

El musk, en español almizcle, es una sustancia misteriosa. Puede ser una fragancia primitiva y animal que te recuerde al sobaco de un arriero que hace semanas que no se acerca al agua. También puede ser un aroma delicado y suave, empolvado y tierno como la piel de un bebé.

¿Qué es el musk?

En su origen, el musk se obtenía de las glándulas del ciervo almizclero, una criatura pequeña e inofensiva que vive en el Tibet y otros lugares exóticos de Asia. El de mejor calidad venía de Tonkin, y para obtenerlo era necesario un acto de crueldad masiva. Un kilo de almizcle suponía el sacrificio de casi 50 animales, necesariamente machos y adultos. Su precio equivalía al doble de su peso en oro.

En la actualidad, la ciencia ha conseguido acabar con estas prácticas salvajes, y los musks son siempre compuestos sintéticos. Una muestra más de que las sustancias “naturales” no siempre son las más respetuosas con la naturaleza.

Las cien caras del almizcle

En realidad los almizcles no son una sola sustancia, sino una familia de componentes de perfumería que comparten rasgos comunes, pero que muestran diferentes caracteres dependiendo de las circunstancias y de los ingredientes que les acompañen en un perfume.

Los más populares hoy en día son los llamados white musks, o “musks limpios” . Su fragancia, además de los matices cálidos de la piel, puede recordarte al perfume de un suavizante para ropa, o a una body-cream hidratante sofisticada.

Otras personas prefieren un olor más animal. Para algunos estos musks “sucios” pueden resultar incómodos, porque su sensación olfativa evoca el aura de la intimidad y del sexo; pero su perfume es acogedor, primitivo, vital e inequívocamente delicioso.

Los mejores perfumes consiguen equilibrar ambos matices, y el resultado suele ser memorable. Los perfumes de Etro con sus notas olfativas de piel, o el famoso Chanel Nº 5, con sus notas de ylang-ylang y musk, matizadas por la rosa, el jazmín y la chispa de los aldehidos, que es para muchos la esencia del olor sexy.

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