El olfato es el sentido más evocador del ser humano y el perfume, la forma que tiene de rendirle culto desde tiempos inmemoriales. Arte embotellado que habla el lenguaje de la química.
Para que un perfume se considere arte, según esta perfumista, debe haber sido creado con la intención de transmitir y de contar algo. Al igual que los relatos, las fragancias están compuestas por una presentación, que son las notas de salida, unas notas medias que hacen de nudo y un desenlace, es decir, unas notas de fondo. Estas notas son los diferentes olores que conforman la fragancia, la estructuran y cuentan la historia.
Para combinarlas y crear el perfume se emplea normalmente una mezcla de un disolvente solido o líquido, un fijador y sustancias aromáticas.
Estas últimas son las que proporcionan el aroma y pueden ser tanto sintéticas como naturales. Se extraen de materias primas por industrias especializadas, la presencia de unas u otras notas clasificará a la fragancia en una determinada familia olfativa —floral, frutal, oriental…— y su combinación creará un olor único.